Esto fue incómodo de admitir, pero lo cambió todo.
Cuando empecé con mi agencia de IA, estaba convencido de que podía hacerlo solo.
Sabía usar herramientas.
Sabía automatizar.
Sabía lo técnico.
Pensé:
“Si trabajo más duro que los demás, lo voy a lograr.”
Y lo único que logré fue quemarme.
Meses y meses aprendiendo herramientas nuevas…
meses viendo tutoriales…
meses intentando atraer clientes sin una estrategia clara…
meses construyendo soluciones que parecían “útiles”,
pero por las que un negocio no pagaría ni 100€.
Mientras tanto, veía a otros cerrar contratos de miles.
Gente con menos experiencia técnica, pero con algo que yo no tenía:
un sistema claro.
Ellos no reinventaban la rueda.
No improvisaban.
No hacían bots sueltos.
Tenían una metodología.
Yo tenía caos.
Cuando finalmente acepté que no sabía lo que no sabía —y busqué ayuda— todo cambió.
Pasé de “probar cosas” a implementar sistemas completos.
De perder leads… a conseguir clientes reales.
De trabajar sin rumbo… a tener una estructura clara.
Y lo más importante:
Entendí que lo que separa a los que avanzan de los que se quedan bloqueados no es la herramienta.
Es el sistema.
Por eso existe AISA.
Porque nadie debería pasar por ese desgaste de meses sin resultados, cuando puede avanzar en semanas.
Mañana te voy a mostrar por qué la mayoría de las “agencias de IA” están condenadas antes de nacer…
y cuál es la oportunidad real que casi nadie está viendo.
PD.
Queda muy poco para que te enseñe en 2 clases en directo y gratuitas todo sobre los sistemas AISA.
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Nos vemos mañana,
Javi Manzano